El motor de seis cilindros para las motocicletas no fue muy desarrollado, aunque fue bastante aceptado por sus prestaciones y la potencia que lograban desarrollar.
Tal es el caso del motor Honda CBX 1000, que fue el primer motor en serie en superar la potencia de 100 CV, algo bastante impensado para las motos de esa época.
Su diseño era bastante simple, con seis pistones, veinticuatro válvulas (dos de admisión y dos de escape por cilindro) y un cigüeñal extremadamente largo conectado directamente con los pistones, ya que tenía la misión de sujetarlos.
La caja de cambios es bastante estrecha, en comparación con el motor, que era demasiado ancho, a pesar de que el alternador y el motor de arranque se hallaban colocados detrás del bloque de cilindros.
Contaba además con dos árboles de levas con accionamiento central, encargados de controlar las válvulas y conectados con su respectiva cadena.
Debido a estos detalles de anchura y peso, estas motos fueron de una edición bastante limitada, ya que presentaban una escasa estabilidad a pesar de contar con suspensión trasera.
Vía | Taller Virtual