Si miramos el dibujo que ilustra el post podemos ver que la idea es montar un Intercooler en la zona que actualmente ocupa el filtro del aire, mientras que el Turbo Compresor irá montado muy cerca de la culata, evitando así el posible retraso en la respuesta de este. Todas estas soluciones las podemos ver en cualquier motor Diésel que ya está circulando por nuestras calles, pero hasta ahora no parece que nadie se haya atrevido a montarlas en una moto con auténtico éxito.
A pesar de todo esto, en el mundo de la mecánica se especula con que los motores de Gasolina están al final de su evolución, mientras que los Diésel todavía pueden seguir evolucionando hacia mayores prestaciones y menores emisiones contaminantes. ¿Llegaremos a ver una MotoGP propulsada por un motor Diésel? Pues en este momento nadie lo sabe,pero entra dentro de lo posible, y solo hay que mirar en dirección del mundial de Turismos, donde los TDI dominan con mano de hierro. Lo que si está claro es que si esta mecánica acaba por imponerse nos podemos ir olvidando de subir hasta las 16000 rpm porque los motores Diésel tienen un rango de giro muchísimo mas lento.
Vía | Hell For Leather